• Dime cómo encontrarte

    Me dices una y otra vez que nunca olvidas, que todo está registrado en la memoria de tu cuerpo y que basta con un aroma, un sonido o una palabra para que los recuerdos se desencadenen. Hasta los ínfimos detalles. Y es verdad, tengo la impresión de haber conocido la finca de tus abuelos, de haber sentido el olor del cedrón que crecía como hierba mala al borde de la terraza. Hasta me veo en tus recuerdos cortando algunas hojas con tu abuela para preparar el mate, mientras tú y tus hermanas se trepan al muro para robar las moras del vecino.     Pero no se trata de eso y…