De restos y olores
Sucio, todo sucio
Enmarañado
Confuso
Sin principio ni fin
Tirada en el piso, abre los ojos y una luz violenta como de medio día le obliga a cerrarlos de nuevo. Quisiera seguir durmiendo, pero su cuerpo adolorido no se lo permite. No sabe donde está. Siente el calor del sol sobre sus piernas descubiertas. El sonido de unos pasos sobre la arena a unos metros suyo que a penas se detienen y vuelven a partir. El peso de las miradas que caen sobre ella.
¿Dónde ha pasado la noche? Sus cabellos rojos y alborotados, como un pompón trajinado, cargan entre sus mechas los restos de una noche que a penas recuerda. Se lleva una mano al rostro, se fricciona los ojos para poder abrirlos. Imágenes como flashes atraviesan su mente. No logra descifrarlas con claridad, pero es ella escabulléndose en la oscuridad de la noche.
El sonido suave de las olas que se arrastran en la arena y el balanceo de su cuerpo humedecido le rememoran algo. Quería pasar al otro lado. Intenta abrir los ojos de nuevo, quiere saber dónde está. ¿De qué lado se encuentra ahora?
Trata de levantarse, pero no tiene fuerza. No sabe si va a poder soportar el fracaso. La lucha para llegar hasta ahí la lleva marcada en el cuerpo, en la memoria. No solo la de anoche que ni recuerda, sino aquella que viene de más lejos, del aguante frente a la amenaza y al miedo.
Un olor intenso y desconocido golpea su olfato, sin abrir los ojos voltea la cabeza para seguir su rastro. De pronto comprende, es evidente, está del otro lado.
Un esbozo de sonrisa se delinea entre sus labios.
Photo: Aude Lafait
Un comentario
Gonzalo Zalles
Chuta, esta vez está retedificil!!! Parece que pasó a otro plano (murió) La foto de las conchas en la red me confundieron mas aún,,,,,
Eso lo hace mas interesante y hay que leer de nuevo y releer hasta encontrar