• Hasta poder decir

    Ella empieza por no escribir nada. Recorre la ciudad, los rostros, el lenguaje, con paso fluido. Deja que las sensaciones asciendan, que las dudas se caigan y se hagan añicos, pero no escribe, no escribe nada. Detrás de todo estoy yo haciendo retumbar el silencio, el suyo. Ella me escucha en él durante el día y durante la noche. Me siente, pero no puede alcanzarme. Desconoce lo que se oculta detrás de lo que ve, por eso escribe. Necesita nombrarme.  Se detiene, no insiste más en ese tecleo frenético, deja de buscarme. En el fondo lo sabe. Me encontrará donde menos me busque, dónde menos me piense, donde menos me…

  • Caminar

    El texto debe incluir las siguientes palabras: agotamiento, marmita, ballena, después de la muerte, estuche. Camino sin rumbo, aunque en el fondo quisiera llegar a algún lugar. La ciudad ya está despierta, los vehículos serpentean por la avenida exhalando el estrés a bocinazos. La luz de la mañana, sin nubes ni brisa, es nítida y brillante y los colores son intensos. El aire caliente me envuelve. Cruzo la calle corriendo para evitar la avalancha de automóviles y continúo a ritmo sostenido de una vía a otra. Camino hasta el agotamiento. Paso a paso las expectativas se diluyen, se evacúan con la transpiración. La sangre bombea en mis venas, las válvulas…

  • Acaba de recibir una carta

    Íncipit: Acaba de recibir una carta… Acaba de recibir una carta. La observa con curiosidad, hace mucho que nadie le escribe una. El sobre no lleva remitente y su nombre está escrito con trazo firme y una letra clara y fluida. Un rostro emerge a su consciencia, unos ojos negros de mirada intensa. Deja la misiva en la mesa como si le quemara las manos. Se voltea evasiva, no quiere saber más. Mucho menos ahora que ha logrado encontrar un equilibrio con Beto.  Es una vieja historia y, sin embargo, ahora no logra sacarla de su cabeza. Después de haber compartido sus vidas durante un tiempo en el que todo…

  • Solo la noche

    Solo la noche puede transportar las palabras entre los mundos. Solo la noche puede transformar nuestras inquietudes en demonios. Solo la noche. ¿De dónde nacen los textos que escribimos? En mi sueño me reuní con los personajes de la novela que leía antes de dormir, estaban conmigo, hablándome de la vida, la suya, las nuestras, tan reales como cuando los extirpaba de las palabras del libro. Realidad y fantasía. ¿Por qué, de pronto, presiento que todo yo es un engaño? Solo la noche puede transportar las palabras entre los mundos, durante el día desaparecen junto al deseo. Solo la noche. ¿Qué viene primero, el deseo o la palabra para nombrarlo,…