
Padre
Pienso en mi padre,
que un día se fue,
en su presencia callada,
su mirada que escucha
como una casa con las ventanas abiertas
Pienso en el tiempo que diluyó mis recuerdos,
y el aroma dulce y punzante de un cítrico
abre una grieta en el aire.
De pronto estamos ahí:
la mesa, la luz oblicua de la tarde
un paisaje de medias toronjas
cucharillas hurgando la pulpa
el jugo salpicando los rostros,
alguien cierra los ojos, otro bromea
las risas, el sabor amargo,
los labios fruncidos.
Vuelvo a pensar en mi padre,
el que un día se fue
sin cerrar las ventanas,
en ese silencio que aún nos habita
como un pozo de posibles respuestas.


Un comentario
Aude
Siento tu presencía y la suya.