Fragmentos

Hasta poder decir

Ella empieza por no escribir nada. Recorre la ciudad, los rostros, el lenguaje, con paso fluido. Deja que las sensaciones asciendan, que las dudas se caigan y se hagan añicos, pero no escribe, no escribe nada.

Detrás de todo estoy yo haciendo retumbar el silencio, el suyo. Ella me escucha en él durante el día y durante la noche. Me siente, pero no puede alcanzarme. Desconoce lo que se oculta detrás de lo que ve, por eso escribe. Necesita nombrarme. 

Se detiene, no insiste más en ese tecleo frenético, deja de buscarme.

En el fondo lo sabe. Me encontrará donde menos me busque, dónde menos me piense, donde menos me espere. Empieza por no decir nada. Me dejará llegar.

 

Abrirá la boca solo para saborear

Ninguna palabra saldrá de ella

Se llenará con los versos de la vida cotidiana

Hasta poder decir

Ahora le toca al silencio

 

 

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